Y sucedió que el hombre aprendió a escribir (o recordó cómo hacerlo).
Y utilizó tablillas de barro. Y las piedras. Y la piel tratada de los animales.
Y sucedió que aprendió a fabricar papel y tinta y los utilizó para escribir.
Y escribió, y los monjes copiaron lo escrito escribiéndolo. Y el mundo se llenó de escritos en papel.
Y sucedió que el hombre inventó (o recordó) el ordenador. Y con el tiempo dejó de transcribir en papel lo escrito digitalmente.
Y sucedió que el hombre inventó los libros electrónicos y los llamó "ebooks".
Y sucedió que las editoriales no se enteraron. O quizá simularon no enterarse para alargar la agonía de un modelo obsoleto.
Sea como fuere, el presente está aquí y ya casi es pasado. No quiero discutir sobre el modelo de negocio adecuado, que lo piensen los que ganan dinero con el negocio. Sólo quiero aportar mi granito de arena y poner a vuestra disposición el siguiente enlace, donde un escritor publica su obra gratuitamente. No he leído el libro y por tanto no puedo opinar.
Feliz semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario